soñarla en las vértebras destejiendo el plexo
ella recibiéndome en su abrazo
soñarla abarcando sosteniendo mi totalidad desbordada en un abrazo
los contrastes mis extremos mi secreto a voces mi alma nada menos que ese río subterráneo de mi alma
sostenida toda yo en ella en sus manos sus manos buscando que de tan sabias yo las sueñe en mi cuerpo en la continuidad de los parques en el suelo de incienso en la madera que desteje el plexo
en las huellas que me extraviaron en la sala que recibe mi totalidad desbordada subterránea a voces y despeja lo onírico lo desarma en manos ella la que sueño sí
peromásbienella la que abrazo